En un almacén frío e inhóspito reposa el caso de Alejandro SanmiguelEres como una predicción de las buenasEres como una dosis alta en las venasY el deseo gira en espiralPor que mi amor por ti es totalY es para siempreDespués de ti la paredNo me faltes nuncaDebajo el asfaltoY más abajo estaría yo
24 años
Suicidio con arma de fuego
Bala que rebota frente a un espejo, se aloja en su plexo solar, en la parte inferior del hombro.
Muerte por desangramiento.
En la escena se hallan el casquete de la bala, un revólver C50 con cierta antiguedad, esquirlas de espejo, una carta dedicada a la esposa muerta del jóven, un teléfono celular con una llamada de la fecha del incidente.
Carta de Alejandro Sanmiguel para Ella Bonaventura:
Para Ella, que se llevó todo de mí:
Hermosa rosa blanca, te has perdido en el mundo del sueño eterno; tu cuerpo, demacrado por las esquirlas de tu automóvil, yace dormitando en el sueño del que no se despierta. Te arrulla una cuna de tierra que te comió vorazmente.
Jamás tuve nada, tú eras mi todo. La belleza enmarcada en el cuadro de la escena de una película. Esa llamada, esa llamada acabó conmigo.
No he vuelto a hablar con nadie. ¿Qué contar? Mi confidente ya no está. Eras la luz que aclamaba mi voz, y no estás. Mírame, las sustancias que cada día comen un poco de mi alma son las únicas que me hacen perder en un éxtasis de risas y murmullos de seres infrahumanos que me hacen olvidar esta, mi gran desgracia.
Me haces falta. En la penumbra de mis horas lloro con desasosiego. Me destruyo. Existe El Otro, el que está frente al espejo. Él me grita en mi luto, me dice que no estás, y no quiero creerle. Pero ¿A quién le miento? Tengo que creerle. Amor mío, ¿Cómo seguir mintiéndonos? huiste entre el sonido taciturno de mi voz, mientras yo me perdía en el negro azabache de tu cabello y el calor de tu piel cubierta por el crepúsculo de luz que llueve desde la ventana, y el viento que golpea suave y dulcemente tu rostro.
¿Dónde quedó todo? ¿Qué será de los dos que fuimos uno? ¿Qué será de las noches de juegos, risas y licor que vivíamos a diario? ¿Dónde quedó el arte?Todo se ha perdido. Vuelve a aparecer mi brazo herido, la jeringa, ese blanco polvo mezclado que se disuelve con mi sangre y me devuelve lo que fuí, y luego lo arrebata dejándome desprotegido y hundido en el abismo del que solo tu me puedes sacar.
No se donde estés, no volveremos a vernos. No volveré a verte. El frío del metal rozando mis dedos, recorro tímidamente el gatillo, ya no estaré más. Tres meses han sido mucho, tu fuiste un todo.
Le temo a la oscuridad después de ti. No quiero quedar en el mundo vacío sin luz, sin vida.
Vida mia, Ella de mis espíritus, este es el final de todo lo que conozco.
Con tutto il l'amore nel mio cuore
Para Sebastián: No llores que no sé como calmarte. Creéme, lo intenté.
En el caso Sanmiguel, se toma la declaración del doctor Sebastián Dominguez, testigo directo de los hechos.
Sebastián estaba aún en shock, recorría la sala con una monotonía que daba escalofríos. Iba de lado a lado, no había soltado el teléfono de sus manos desde que Alejandro hizo disparar el arma.
Titubeó algo, no podía articular palabra. Ya no podía sostenerse, decide sentarse. Es más fácil contarlo todo. Retiraba ese peso y todo sería más sencillo. Empezó a hablar.
Para leer la declaración que esclarece los hechos deben esperar a mañana en el nuevo post.
Un abrazo fuerte del mismísimo dinosaurio.
Gracias.
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